… Tic tac, revolución …, ¿no la oyes?

… Tic tac, revolución … ,
¿no la oyes?,
espera, a ver ahora,
… tic tac, revolución …,
¿Ahora sí?,
claro, antes sonaba sólo el tic tac de mi corazón,
pero después se sumó al tic tac de al menos otros 50 corazones.
Todos a la vez piden un cambio,
cada uno susurrando con su tic tac, revolución,
y cuando se juntan varios susurros convencidos,
puede ocurrir el milagro de convertirse en voz,
¿quizá en grito?
A través de las ventanas de estas 4 paredes,
se levanta una voz que pide cambio,
las cuerdas vocales de dicha voz,
son los latidos de nuestros corazones unidos,
unidos por una misma causa,
un mundo más justo y sin fronteras.

… Tic tac, revolución … ,
¿no la ves?,
espera, a ver ahora,
… tic tac, revolución …,
¿Ahora sí?,
claro, antes sólo me veías a mí,
pero después se sumaron a tu vista al menos otros 50 corazones.
Cada uno baila a su aire, a su ritmo,
unos parecen hacerlo mejor, otros parecen ni hacerlo,
pero cada uno de nuestros corazones baila una misma danza con el resto,
la danza que promueve un mundo libre.

… Tic tac, revolución … ,
¿no lo sientes?,
espera, a ver ahora,
… tic tac, revolución …,
¿Ahora sí?,
claro, antes sólo me sentías a mí,
pero después se sumaron a tus sentidos al menos otros 50 corazones.
En donde un tipo con acento de ser fuera de este país canta,
en donde el Boliviano y el lugareño parecen del mismo pueblo,
en donde se aplaude cuando se canta a la iluminación de mentes,
en donde un osado cantautor canta para criticar el trabajo,
en donde una minúscula habitación alberga ideas
sin hacer distinción entre países o género.

… Tic tac, revolución … ,
¿no lo puedes tocar?,
espera, a ver ahora,
… tic tac, revolución …,
¿Ahora sí?,
Claro que no lo puedes tocar,
porque esta revolución no es de armamento,
esta revolución no está en un libro de historia.
Esta revolución está en nuestro corazones unidos,
esta revolución crece en nuestras pacíficas ideas.
Ideas, el arma más peligroso que existe para producir un cambio,
para producir un,
… tic tac, revolución … .

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Poema inspirado en el fin de semana que pasé con la ONG SOdEPAZ